En los años setenta
y ochenta la capital y el
resto de la provincia fue
objeto de una inusitada
oleada de fenómenos ovni,
para el investigador y
ufólogo Jesús Borrego fue
"el Siglo de Oro de los
ovnis", aunque muchos de los
casos se revelaron falsos.
La
explicación que Jesús Borrego a
tantos fraudes se debe a que
"eran los años en los que muchos
ufólogos estábamos dando los
primeros pasos y la verdad es
que pecamos de pardillos, porque
fue el periodo en el que las
grandes potencias de la Guerra
Fría experimentaron con
prototipos aéreos de tecnología
punta y secreta, que en muchos
casos pusieron en marcha
científicos alemanes del antiguo
régimen nazi. Y lo cierto es que
muchos de estos experimentos nos
los creímos como fenómenos
ufológicos".
Este veterano ufólogo lleva
treinta años investigando los
fenómenos ovni de Cádiz y del
resto de la provincia, durante
los cuales ha conocido a algunos
de las mayores eminencias en
este campo, como Juan José
Benítez, Jiménez del Oso e Íker
Jiménez.
A
pesar de esto Jesús Borrego
siempre ha preferido ir por
libre y no formar parte de los
grupos o asociaciones
ufológicas, "he pasado muchas
noches sólo en medio del campo,
siempre oteando el cielo, donde
he podido ver muchos foo
fighters, especie de bolas
de fuego".
Ahora es más difícil tomarle el
pelo a este ufólogo gaditano de
ideas claras que tiene la
convicción de que "el 90% de los
fenómenos ovni que se descubren
tienen una explicación muy
terrestre. Yo creo en los ovnis,
no en las fantasías", lo que le
ha granjeado las críticas de
algunos miembros del gremio
ufológico. Su compañero Caravaca
considera que, "los fenómenos
ovni son muy reales, son casos
que no tienen explicación para
la ciencia, y lo que si es
cierto es que están provocados
por una inteligencia diferente a
la nuestra".
Para el algecireño Caravaca,
corresponsal de la revista
Enigma, a la hora de investigar
un suceso "todo depende del
Índice de extrañeza, cuanto más
extraño sea el fenómeno, más
probabilidad hay de que sea un
caso ovni".
Lo
cierto es que José Antonio
Caravaca, como muchos de los
investigadores, se guía, a la
hora de investigar un fenómeno
ufológico, por los patrones
periodísticos que acentúan la
importancia del contacto directo
con el testigo del fenómeno, el
contraste de sus declaraciones
con otras fuentes y con la
premisa de la objetividad, y un
escepticismo relativo. "Lo
principal cuando te enteras de
un caso es verificar que no es
un fenómeno de origen humano,
luego, quien quiera, que se
lance a expresar hipótesis
extraterrestres sobre ese origen
desconocido".
De
los numerosos casos sin
explicación que ha estudiado a
lo largo de décadas, Jesús
Borrego destaca uno por encima
de los demás. El hallazgo de un
cráter submarino en pleno centro
de la Bahía provocó en este
policía municipal prejubilado
todo tipo de especulaciones
sobre su origen.
El
descubrimiento en sí del cráter
se debió a una foto aérea que un
reportero gráfico de la ciudad
tomó a mediados de los ochenta
de la Bahía durante un encargo
del Museo Arqueológico para
chequear todo el fondo marino de
la Bahía. En una de estas
instantáneas quedó recogido un
círculo sumergido, en pleno
centro de la Bahía, de
trescientos metros de longitud y
más de veinticinco de
profundidad, que corona una
colina subacuática.
La
curiosidad llevó a este ufólogo,
también marino por afición y con
barco propio, a investigar este
inusitado fenómeno. Una vez en
la parte de la Bahía donde el
cráter se ubicaba, Jesús Borrego
comprobó cómo, en los
alrededores del círculo, la
profundidad del agua apenas
superaba un metro, mientras que
en el interior del cráter el
sonar "se volvía loco" y
detectaba profundidades
superiores a los veinticinco
metros.
La
teoría de este ufólogo, respecto
al origen del supuesto cráter,
es que "hace miles de años un
meteorito cayó en este punto de
la Bahía, de ahí el magnetismo
descomunal que vuelve loca a la
sonda, ya que, a veces, marca
setenta y cinco metros de
profundidad, y otras más de cien
metros". De hecho Jesús Borrego
posee presuntos trozos del
meteorito que recogió del
cráter, muy ricos en hierro y
que explicarían el magnetismo.
En
relación al cráter, José Antonio
Caravaca, que ha acompañado a
Borrego en una expedición para
investigarlo, ha destacado el
hecho de que diversos testigos
documentados han visto burbujas
de luz saliendo de los
alrededores de la ubicación del
cráter. Un dato, como asegura
este ufólogo, la ubicación del
cráter corresponde también con
la flota española hundida por el
conde de Essex en 1596, lo que
también explicaría la riqueza en
hierro.
Curiosamente este caso ha tenido
poco eco en el ámbito gaditano,
aunque como aseguraba Caravaca,
"el asunto del cráter es muy
conocido en Sudamérica y el
resto de España".
Con un pasado tan lleno de
fenómenos ovni, Cádiz y el resto
de la provincia vive actualmente
en calma con relación a los
sucesos ufológicos. Según Jesús
Borrego, esto obedece a que "
los extraterrestres llegaron a
la Tierra millones de años antes
que los humanos, visten como
nosotros y no necesitan
desplazarse en ovni porque
pueden ir en autobús para cruzar
el puente Carranza; por eso no
hay casos llamativos desde hace
ya varios años".
Para su compañero algecireño, la
casi ausencia de fenómenos ovnis
en los cielos gaditanos obedece
a "una tendencia generalizada en
el resto de Europa, ya que si en
el Viejo Continente los casos
han bajado en los últimos años,
en Sudamérica, Méjico, Brasil o
Venezuela han aumentado de una
manera espectacular".
Fuente : Diario
de Cádiz 6-12-04 |